Felices con el gol de Juanfran.Foto:Ángel Gutiérrez/clubatleticodemadrid.com |
Pareció durante 36 minutos que el Atleti deambulaba por el campo pensando en el marrón de eliminatoria de Champions que tenía por delante y de repente desató la tormenta perfecta. Salió con un equipo de circunstancias por las lesiones, con una defensa inédita con debutante incluido, y respondió con la mayor goleada de la temporada para despejar cualquier duda. De la depresión de Gijón a exhibir músculo goleador a modo de aviso para el partido del martes donde de verdad los del Cholo se juegan la temporada. El Barça espera justo tras romper su espectacular racha victoriosa con las dudas que genera haber perdido contra un Real Madrid que para vencer el clásico jugó imitando el estilo del Cholo. Nos quieren quitar a los jugadores y ahora sus entrenadores imitan al nuestro. ¡Qué buen síntoma! La Liga está a seis puntos (en realidad siete) que siguen pareciendo imposibles de alcanzar, pero quedan dos meses de competición. Partido a partido.
Sería el buen ambiente de un Calderón a reventar y el clima primaveral. El Atleti salió enchufado al partido con una clara oportunidad doble de Griezmann y Koke, que al final la mandó al palo (tiene un imán el muchacho). Pero el paso de los minutos metió a los rojiblancos en una especie de astenia propia de la estación que permitió al Betis asentarse en el campo. La falta de estímulos en Liga y la expectativa de un partido más trascendental a la vuelta de la esquina hacía prever un partido tremendamente aburrido e incluso peligroso. Atrás guardaban la puerta dos centrales novatos. Debutaba Nacho Monsalve (21) y Lucas. Estuvieron sobresalientes, por fortuna. Nacho no se complicó, jugó fácil sin ponerse nervioso y no cometió ni un sólo fallo en un partido en el que tampoco fue muy exigido. Lucas se comportó como un jugador experimentado. Resultó sorprendente comprobar como se convertía en el jugador referencia para sacar el balón desde la defensa, pidiéndole el balón a su nuevo compañero como si llevara en el puesto tanto como Godín.
Al aburrimiento le pusieron fin Koke y Fernando Torres. Koke dio una de sus clásicas asistencias al hueco (máximo asistente en Liga, no está mal para estar haciendo una temporada regular). El pase lo captó Torres como antaño lo intuía Costa, y lo resolvió con una clase tremenda picándola por encima de Adán según llegó al balón. Otra vez Fernando Torres es clave para abrir los partidos. No meterá muchos goles pero todos son importantes. Unos minutos después un pase de Griezmann destinado a Koke se convertía en gol por un error de Adán. La tormenta ya se había desatado y el Betis se iba noqueado al descanso.
La segunda parte fue un disfrute rojiblanco. Con Filipe Luis y Juanfran tomando las bandas de arriba a abajo y Augusto y Gabi dueños del centro del campo llegó el tercero. Acababa de entrar Correa por Torres (reservado para salir de titular ante el Barça, confirmó Simeone) y el argentino se inventó un pase al área viendo la penetración de Juanfran que el alicantino aprovechó para imponerse a su marcador y batir a Adán. Hacía tanto que no marcaba un gol y se lo merecía tantísimo que el equipo entero se fue al banquillo para celebrarlo con él. Se nota que se le quiere en el vestuario.
El Betis, que tuvo una clara oportunidad de gol en el partido desbaratada por Oblak en una doble intervención de esas que le están elevando a los altares, logró un gol precisamente por un fallo del esloveno. Es humano pero no se espera que vuelva a serlo próximamente así que podemos estar tranquilos. Fue un espejismo porque Correa volvió a hacer de las suyas con una gran jugada que culminó generosamente cediendo un gol a Griezmann, que lleva 19 en Liga y 26 en la temporada. Es la sexta jornada consecutiva que marca y vuelve a hacer otro doblete, su especialidad. Pudo haber hecho triplete si hubiera aprovechado un gran balón cedido por Torres minutos antes. Le dejó sólo ante Adán pero se le fue largo el control. Mostraron por primera vez que pueden entenderse a la perfección. El quinto fue una asistencia suya a Thomas. El canterano entró al campo como lo hace siempre, demoledor, lleno de confianza. Hacía tiempo que no lo veíamos y no ha decaído. Metió un gol y lanzó un balón al poste. Sigue con confianza y sin perder balones.
El Atleti gana moral para afrontar el decisivo encuentro del martes. Tiene la oportunidad de reivindicar una forma de ser y de jugar que crea escuela. Hoy escuchamos a los "expertos" madridistas que llevan años criticando que el Madrid no juega al tiki taka, que macharon a Benítez y hasta a Mourinho, llenar de halagos a Zidane tras la victoria ante el Barça. Ahora el francés, que ensayó ante el Barça un cholismo a la vikinga, es un genio y su equipo realizó un gran partido defensivo, muy serio en las coberturas, muy solidario, dicen. Vaya descubrimiento han hecho. Resulta ahora que esto también era fútbol y les gusta. A este paso hasta Rumenigge va a hacerse cholista.
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