Mourinho levantó una muralla. Foto: www.clubatleticodemadrid.com |
Un empate a cero no es mal resultado, nadie dijo que fuera
fácil llegar a la final de la Champions y sólo los interesados consideraban al
Chelsea de Mourinho una perita en dulce. El partido de vuelta decidirá el
finalista tras un encuentro feo que se jugó como quiso Mourinho, con un
horrible estilo unánimemente criticado. Pero en los análisis de los partidos y
de las estrategias de los entrenadores a veces parece olvidarse que las
eliminatorias son a dos partidos y que el factor de jugar la vuelta en casa
tiene su valor. Si no hay nada que reprochar a los jugadores atléticos, que lo
intentaron todo para irse con algún gol de ventaja en la eliminatoria, creo que tampoco se puede echar en cara al Chelsea que
optara por asegurarse no perder en el fortín del Calderón sacrificando sus
opciones de marcar un gol. Si su
estrategia fue acertada o no se verá el próximo miércoles.
En la previa del partido algunos jugadores atléticos
quisieron en vano poner el cartel de favorito al Chelsea. Las casas de apuestas
no picaron el anzuelo y Mourinho menos. Vencer en el Calderón hoy por hoy es
una tarea titánica como bien saben equipos de postín como el Milán o el Barça. El
último partido de Champions contra los culés acabó de despertar a Europa sobre
la realidad del equipo de Simeone y su estadio. Sin Hazard, sin Oscar en su
mejor momento, sin Eto’o, sin Ivanovic, pensar en buscar abiertamente el gol en
el Calderón hubiera sido un suicidio para el Chelsea. Sus defensas, Terry y Cahill, son
extraordinarios en su área en posiciones estáticas y en el juego aéreo, pero en
posiciones adelantadas defendiendo los balones diagonales que le mandan a Diego
Costa hubieran sido pura mantequilla. Mourinho quiso defender su portería de la
mejor manera que podía y blindó la defensa con un trivote y con dos falsos
extremos de segundos laterales. Ahí es nada. Lo fio todo en ataque a una jugada
aislada de Torres o a un balón parado, algo difícil pero no imposible. Lo más
feo e injustificable de todo fueron las constantes pérdidas de tiempo y las
interrupciones del juego pero eso tampoco es algo ajeno al fútbol y es labor
del árbitro frenarlo.
La estrategia de Mourinho no hace sino poner en valor al
Atlético de Madrid. El Chelsea jugó en el Calderón como si delante estuviera al
mejor Barcelona, una estrategia, por cierto, que ya les dio buenos resultados
anteriormente. La diferencia es que el Atleti no es la quintaesencia del tiki
taka precisamente y el Chelsea no es un equipo menor de una liga cualquiera. Si
recordamos los partidos de la pasada Supercopa veremos algunas similitudes en
el planteamiento que Simeone dispuso en el campo contra el Barça con el de
Mourinho ayer. Diego Costa llegó a jugar
de extremo para tapar las subidas de Jordi Alba. En pasadas temporadas Falcao
se veía obligado a hacer contraataques de 60 metros al Barça de tanto que el
Atleti replegaba las líneas atrás. Aún así, es verdad que el Atleti de Simeone
siempre ha ofrecido alternativas de ataque que ayer el Chelsea apenas puso
sobre el campo. Y es que en esta temporada el Atleti ha crecido, y aunque a
veces pueda atascarse en la creatividad, se comporta y actúa como un equipo
grande y quien opine lo contrario que repase los primeros veinte minutos del
último partido contra el Barça. El Atleti nunca ha hecho un partido tan rácano
como el que el Chelsea ofreció ayer. Aun así Mourinho aseguró en la rueda de prensa, para defenderse, que era la primera vez que veía al Atleti jugar el partido de ida de la Champions a ganar.
El Cholo, que conoce perfectamente a Mourinho, sabía cuál
iba a ser el planteamiento del entrenador blue y por eso utilizó a Diego de
inicio buscando su habilidad para el pase interior y las asociaciones, o para el
disparo lejano una vez que se comprobó que la malla era impenetrable. Eso no
dio resultado y tampoco el constante recurso al pase al área desde las bandas,
donde ni Raúl García ni Diego Costa pudieron rematar con la comodidad
suficiente. Lo explicó así Simeone:
Son lecciones que Simeone habrá aprendido para el partido de
vuelta. La duda es qué versión del Chelsea se verá entonces. Mou contará en ese
partido con Hazard, su mejor jugador creativo, y con Ivanovic y Azpilicueta en
las bandas con los que abrir el campo. Juega en casa con su público y es difícil
que haga un planteamiento tan rácano y poco vistoso teniendo además que marcar
necesariamente un gol para pasar a la final pero… Mourinho es Mourinho y de lo
que se trata es de hacer lo más apropiado para conseguir el objetivo que no es
otro que estar en Lisboa.
Al Atleti le conviene un partido inverso al que vimos ayer,
es decir, ceder la posesión y esperar a que el Chelsea adelante sus líneas para
robar el balón y lanzar el contraataque. Pero nosotros también tenemos que
marcar un gol para ir a la soñada final. La ventaja es que a partir de ese gol
cualquier empate nos vale y ese es el talón de Aquiles de la apuesta de
Mourinho. La peor noticia es la ausencia de Gabi por sanción aunque ellos no podrán contar con Lampard, Cech, Obi Mikel ni, veremos, Terry. Así valoró Simeone la baja del capitán:
Conversamos en el twitter de SomosAtleti y en el de José Vallés
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