El mejor Barcelona de la temporada fue demasiado para el Atlético de Madrid. Tenía el Barça que cerrar sus heridas y tocó hacerlo hoy, recuperando su mejor juego, al Messi desequilibrante y a un Luis Suárez espectacular. Enfrente salió un Atlético de Madrid que pareció de inicio acomplejado, como si no creyera en sus posibilidades de repetir una constante de los últimos encuentros ante el Barça, esa costumbre de amargarles la vida y sacar algo positivo en su campo. El primer tiempo dejó una imagen poco reconocible del Atleti y también una poco reconocible del Barça esta temporada, solo que en su caso muy positiva. El segundo tiempo dio lugar a la esperanza con un Atlético resistente, capaz de competir con sus armas, de meter miedo al rival hasta que el tridente Neymar, Luis Suárez, Messi acabó por imponer su superioridad. Si el Barça está en plenitud, hay poco que hacer.
El Cholo situó a sus hombres como de costumbre cuando se enfrenta al Barcelona en el Camp Nou, muy encerrado atrás y concediendo las bandas para evitar el juego interior del Barça. Eso, aunque otras veces ha funcionado, no garantiza el éxito cuando enfrente tienes a Messi, Neymar y Luis Suárez, entre otros. Oportunidades suelen tener varias y sólo la máxima intensidad, concentración y la suerte evita el gol, pero esta vez no hubo ni de lo uno ni de lo otro. A los once minutos cayó el primero en una jugada desafortunada en la que además hubo algunos errores defensivos. Neymar marcó, pero el Barcelona siguió apabullando. Hacia el minuto veinticinco el Atleti intentó sacudirse la presión. Simeone llamó a Arda a la banda izquierda para tenerlo más cerca de Koke y tratar de hilvanar alguna jugada de ataque, cosa que hasta entonces no había sucedido. El turco fue el único que puso algo de criterio, pausa y control en el Atlético. Pero duró poco el intento.
El Barça aprovechó la tímida estirada del Atleti para lanzar contraataques. Moyá evitó el segundo en una clara ocasión de Messi pero más tarde llegó de la mano de Luis Suárez tras jugada de Messi que se llevó el balón claramente con la mano. Con dos a cero en el descanso. Simeone tenía mucho trabajo por delante.
Los primeros minutos del segundo tiempo no parecían mejores, el Barça siguió dispuesto a mostrar su superioridad, pero la presión del Atleti se situó unos metros más arriba y con intención de alcanzar el área rival. Una muestra de ello fue el balón que cazó el lateral Jesús Gámez en el área. Messi, que bajó a defender, le hizo un penalti que ejecutó Mandzukic. Había partido porque desde entonces el Atlético sí mostró argumentos y algunas ocasiones cerca de la portería de Bravo. El Barça seguía mostrando peligro en cada acción pero el partido estaba más abierto que nunca. Simeone arriesgó dando entrada a otro delantero, Fernando Torres, por un centrocampista, Gabi. Y más adelante intentó aprovechar las jugadas a balón parado introduciendo a Raúl García. Pero el Barcelona, por su parte, supo defender muy bien las faltas sacando la línea de defensa muy lejos del área y con una actitud muy agresiva en los marcajes, algo que ya ha hecho algún otro equipo con buen resultado. El efecto es que el Atleti no pudo sacar esta vez partido a su arma favorita.
La resistencia atlética, la sensación de que se podía empatar el partido se acabó en el minuto 87 cuando un contraataque bien llevado por Luis Suárez contó con la colaboración de Raúl García que, sin querer, le dejó el balón a Messi para que marcara.
El 3 a 1 distancia ligeramente al Atlético de la cabeza de la Liga en un partido, por lo demás, bastante bronco y con algunas acciones muy feas. Alguna de ellas, como una patada de Giménez a Neymar al tobillo que le provocó una herida sangrante, puede pasarnos factura en medio de la campaña que sufre el equipo sobre la supuesta violencia con la que se emplea. Nadie lo dirá, pero Messi bien pudo irse a la calle por un codazo a Gámez que no le valió la amarilla y la falta sobre Moyá con el pie a la altura de la cara que sí le costó la tarjeta.
Conversamos en el twitter de SomosAtleti y en el de José Vallés.
El Barça aprovechó la tímida estirada del Atleti para lanzar contraataques. Moyá evitó el segundo en una clara ocasión de Messi pero más tarde llegó de la mano de Luis Suárez tras jugada de Messi que se llevó el balón claramente con la mano. Con dos a cero en el descanso. Simeone tenía mucho trabajo por delante.
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