Koke metió el golazo del partido. Foto: www.clubatleticodemadrid.com |
Ya anunció Simeone que no iba a ser un partido fácil y el Malmö quiso vender cara la derrota en un estadio donde nadie había ganado en competición europea en los últimos ocho partidos, lo que para ser un equipo sueco no está nada mal. Pero nada. Las razones las hemos visto hoy porque los suecos se han dejado la vida por impresionar a Europa en intensidad, garra y pasión por mantener sus opciones de llegar a octavos, lo que es muy de agradecer y se echa mucho de menos en otras ocasiones como por ejemplo cuando uno cambia de cadena y ve cómo el Liverpool deja a seis de sus titulares en el banquillo para enfrentarse al Real Madrid.
Con el precedente del encuentro del Calderón se esperaba que el Malmö se rindiera en la segunda parte, de modo que los del Cholo percutieron contra los suecos durante la primera esperando que la naturaleza hiciera efecto poco a poco. En ocasiones recordaron la virtud de combinar con rapidez y colocar balones a la espalda de los defensas, que no son ejemplo de destreza táctica. En una de esas combinaciones que culminaron Juanfran y Koke (con Godín los mejores del partido) llegó el primer gol del encuentro. Una delicia de velocidad, precisión y remate del centrocampista vallecano que la coló en la portería de tacón. Un golazo que de haberlo metido en Liga jamás estaría nominado para los premios LFP para que no pudiera rivalizar con los de Cristiano.
Campana y se acabó, pues no. Como en tantas otras ocasiones, el Atleti comenzó a ceder terreno y el Malmö se creyó capaz de igualar donde todos esperábamos que dejara caer los brazos. En la segunda parte dominó al Atleti y puso en aprietos la portería de Moya en alguna ocasión, incluido un posible penalti por manos de Siqueira y sobre todo un disparo al palo y otro a bocajarro tras una mala cesión del lateral que paró el guardameta. El Atleti cedió la iniciativa con demasiada facilidad pero siempre dejó la sensación de que su mayor calidad podía acabar imponiéndose en alguna jugada. Y lo hizo. Raúl García acabó marcando el segundo a pase, otra vez, de Juanfran. Y ahí sí se acabó el sufrimiento porque si alguien se acercaba al área ya estaba Godín para desactivarlo.
El Atleti se mantiene primero de su grupo y a sólo tres puntos de la clasificación que puede conseguir el próximo partido en casa ante el Olympiacos. Sin alardes pero con efectividad. Partido a partido.
Conversamos en el twitter de SomosAtleti y en el de José Vallés.
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