Diego Costa ha elegido a España. Foto: www.clubatleticodemadrid.com |
La reacción de Brasil, despechada por un lado y temerosa por otro de que la huida de un jugador de este calibre a un potente rival se le acabe volviendo en contra quien sabe si en una final, puede ser hasta comprensible. Las últimas informaciones apuntan a que le quieren retirar la nacionalidad brasileña. Hacer daño por hacer daño.
Menos comprensible son las reacciones, en absoluto generalizadas pero presentes a poco que se escarbe, que nos encontramos en España. Hay situaciones que uno piensa que sólo pueden ocurrir en este país. Sin que esto tenga que ser necesariamente malo, a veces habría que hacérselo mirar. Me refiero a las dudas que en algunos genera la conveniencia de convocar a Diego Costa para la selección española y que simplemente no tienen ningún sentido. De todas las pegas la que se demuestra más absurda a vista de cómo se ha resuelto el conflicto es el asunto de su presunta falta de "españolidad". Es un argumento que no sólo ha quedado desacreditado por el hecho de que existen importantes precedentes (Marcos Senna, Donato, Kubala, Di Stefano) sino porque cabría preguntarse cuántos de los españoles de nacimiento habituales de la actual selección habrían luchado tanto como Costa por jugar con España de tener la oportunidad de jugar con, por ejemplo, la selección de su comunidad autónoma de nacimiento si fueran excluyentes. Nadie pone en cuestión sus convocatorias, ni deberían hacerlo.
A veces tengo la impresión de que camuflado con esta y otras excusas se esconde un cierto interés en que jugadores del Atlético no colonicen la selección. No puedo evitar pensarlo al recordar la persecución mediática que sufrió Fernando Torres, más calmada desde que emigró a Inglaterra, o la crucifixión publica a la que fue sometido Juanfran por el error que acabó costando un gol el día que sustituyó a Arbeloa. Desde que se habla de llamar a Costa no son pocos quienes cuestionan que pueda integrarse en el equipo por su carácter. Incluso dicen que puede manchar la impoluta imagen de España con supuestas acciones sucias que prevén cometerá y que al parecer nadie más en el equipo nacional realiza nunca.
Para España es indiscutiblemente bueno tener la posibilidad de contar con él. No tiene por qué ser como titular pues es verdad que a priori el estilo de juego de España no tiene que ver con el del Atleti con el que Simeone tan bien explota sus cualidades. En cualquier caso está claro que ofrece a Del Bosque una alternativa de juego desconocida para él hasta ahora y mucho gol. Si se gana el puesto a base de goles y buen juego pues ¡aleluya!
Ahora bien, esperen a que cometa el mínimo fallo, a que pasen dos partidos y no marque o a que se vea mezclado en un rifirrafe y tendremos un indeseable rebrote del culebrón.
Toda la información de su llegada a la selección en este vídeo:
Conversamos en el twitter de SomosAtleti y en el de Jose Vallés.
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