El charrúa no ha parado hasta conseguir su gol, empeñado como está en que los estratosféricos números de la temporada pasada no dejen empequeñecidos los logros de ésta. Lleva 18 en Liga y no quiere bajar de 20. En su haber, eso sí, goles fundamentales y entrega continua.
La grada sigue extasiada consciente de la importancia de las citas que se avecinan. Los jugadores se van dando cuenta y observan incrédulos la movilización de la hinchada. El otro día una televisión preguntaba a Ujfalusi cuántas torneos UEFA habíamos ganado. Ni idea tenía y lo mismo cuando le preguntaron por las Copas del Rey. Al parecer en el club nadie les ha enseñado, o no lo han hecho con suficiente empeño, qué es este club. Ellos tampoco parecen tener mucho interés por saberlo cuando fichan. Quizás haya que empezar por ahí para inculcarles el nivel de exigencia que esperamos y para que deje de ser una sorpresa que el Atlético de Madrid presenta en conjunto una mentalidad ganadora, la misma que caracteriza a otros equipos más arriba en la tabla. Si ganamos las dos copas esto no puede tener marcha atrás. La próxima temporada se trata de ganar o ganar.
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